Con su sabor suave y achocolatado, se utiliza en repostería, batidos, panes, galletas y postres, aportando un toque nutritivo y delicioso sin necesidad de azúcar añadida.
Es rica en fibra, calcio, hierro, magnesio y antioxidantes naturales. No contiene cafeína, por lo que es ideal para niños y personas sensibles a los estimulantes. Su consumo favorece la digestión, ayuda a mantener la energía estable y contribuye a la salud ósea. Además, es naturalmente dulce, lo que permite reducir el uso de azúcares refinados en las preparaciones.