Pequeñas pero llenas de poder: las semillas de chía son una excelente fuente de nutrientes esenciales. Con un sabor suave, se hidratan fácilmente y pueden incorporarse en smoothies, yogures, ensaladas o como base para postres.
Las semillas de chía son ricas en ácidos grasos como el omega-3, fibra, proteínas, antioxidantes y minerales como calcio y magnesio. Ayudan a mejorar la digestión, promover la salud cardiovascular y mantener la piel saludable. Además, contribuyen a mantener los niveles de energía estables durante el día y a la sensación de saciedad.