Con un sabor ligeramente amargo y especiado, se pueden tostar, moler o hidratar para aprovechar al máximo sus propiedades, incorporándolas en panes, infusiones, guisos o como suplemento natural.
El fenogreco es rico en proteínas vegetales, fibra, vitaminas del grupo B y minerales como hierro, magnesio y zinc. Tradicionalmente se ha utilizado para mejorar la digestión, favorecer el control de la glucosa en sangre y estimular el apetito de manera natural. También es valorado por sus beneficios en la salud femenina y como apoyo en la producción de leche materna. Además, su contenido antioxidante contribuye al bienestar general y al fortalecimiento del sistema inmunológico.