Con su sabor suave y ligeramente tostado, se pueden añadir a panes, ensaladas, woks, sopas, granolas o usar como base para preparar tahini.
El sésamo integral es una fuente vegetal de calcio, hierro, magnesio y zinc, además de aportar proteínas y fibra. Su consumo favorece la salud ósea, ayuda a regular el colesterol, apoya el sistema nervioso y contribuye a una buena digestión. Gracias a sus antioxidantes naturales, también protege las células del envejecimiento prematuro. Es un aliado ideal para quienes buscan energía sostenida y nutrición en cada comida.